La hidratación es una piedra angular de la seguridad en el lugar de trabajo, sobre todo en entornos en los que la exposición al calor y el esfuerzo físico son habituales. Cuando los trabajadores se deshidratan, corren un mayor riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el calor, ver reducida su productividad y sufrir complicaciones de salud a largo plazo. Este artículo explora la importancia de la hidratación, los riesgos de la deshidratación y consejos prácticos para mantenerse hidratado en el trabajo.
¿Por qué la hidratación es crucial?
El cuerpo se calienta al trabajar y se enfría de forma natural a través del sudor. Sin embargo, la sudoración excesiva puede provocar deshidratación, que se produce cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere. La deshidratación afecta al rendimiento físico y puede alterar las funciones cognitivas, lo que aumenta los riesgos en el lugar de trabajo. Es por esta razón que estar hidratado se convierte en lo fundamental y crucial para prevenir el golpe de calor.
El rol del agua y de los electrolitos
Agua: La ingesta regular de agua ayuda a mantener la temperatura corporal y favorece los procesos metabólicos. Beber pequeñas cantidades de agua con frecuencia a lo largo del día es la forma más eficaz de mantenerse hidratado.
Electrolitos: Los periodos prolongados de sudoración provocan la pérdida de electrolitos importantes como el sodio y el potasio. Aunque la mayoría de las personas pueden recuperarlos con su dieta habitual, las bebidas con electrolitos pueden ser de gran ayuda para quienes realizan actividades intensas de larga duración. No obstante, hay que tener cuidado con el consumo excesivo de sal, ya que puede agravar la deshidratación al inducir náuseas y vómitos.
Factores que incrementan el riesgo de deshidratación
El alcohol: Evite el alcohol durante o antes del trabajo, ya que actúa como diurético, aumentando el riesgo de deshidratación.
La cafeína: Aunque consumir cafeína con moderación no suele afectar negativamente a la hidratación, grandes cantidades, sobre todo de bebidas energéticas, pueden sobrecargar el corazón y empeorar la deshidratación
Los medicamentos: Los diuréticos y algunos otros medicamentos pueden aumentar la pérdida de líquidos, por lo que los trabajadores deben vigilar estrechamente sus niveles de hidratación.
Los riesgos de la deshidratación
La deshidratación en el trabajo puede conllevar varios riesgos para la salud, entre ellos:
Agotamiento por calor: Los síntomas incluyen sudoración abundante, fatiga y mareos.
Golpe de calor: Enfermedad potencialmente mortal caracterizada por confusión, falta de sudoración y temperatura corporal elevada.
Problemas crónicos de salud: La deshidratación prolongada aumenta el riesgo de cálculos renales y otras afecciones médicas.
Puntos clave para estar hidratado en el trabajo
Los empresarios y los trabajadores deben colaborar para dar prioridad a la hidratación en el lugar de trabajo. He aquí recomendaciones prácticas basadas en las directrices de la OSHA:
Para empleadores
Proporcione agua potable de manera accesible
Asegúrese de que todas las áreas de trabajo estén equipadas con fuentes de agua fresca y de fácil acceso (por debajo de 60 °F o 15.5 °C)
Establecer pausas de descanso
Cree zonas frescas o a la sombra para que los trabajadores descansen y se rehidraten durante sus turnos.
Para el trabajo al aire libre, esto puede incluir carpas o módulos, vehículos con aire acondicionado o zonas con ventiladores.
Ofrecer bebidas con electrolitos
Proporcione bebidas con electrolitos a los trabajadores que participen en actividades prolongadas que induzcan al sudor.
Capacitar a los trabajdores
Brinde capacitación a los trabajadores sobre la importancia de la hidratación, los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor y las medidas de prevención efectivas.
Para los trabajadores
Hidratarse antes de trabajar
Comience su turno completamente hidratado para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor..
Hidratarse durante el trabajo
Consuma 1 taza (8 onzas) de agua cada 15-20 minutos cuando trabaje en condiciones calurosas. No beba más de 48 onzas o 6 tazas de agua por hora, ya que demasiada agua puede reducir los niveles de sodio en sangre y causar hiponatremia.
Hidratarse después de su turno de trabajo
Reponga los líquidos perdidos durante el día, especialmente si ha estado trabajando en un ambiente caluroso.
Derrumbando algunos mitos sobre la hidratación
Agua fría, helada o a temperatura ambiente:
Algunos creen que el agua fría o helada no es segura, pero las investigaciones confirman que la temperatura del agua (fría, helada, fresca o a temperatura ambiente) no influye en su capacidad para prevenir la deshidratación.
Tabletas de sal
No se recomiendan a menos que lo aconseje un profesional médico, ya que pueden causar problemas gastrointestinales.
La importancia de las pausas para comer
Las comidas regulares desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la hidratación. Los alimentos contienen de forma natural agua y electrolitos esenciales que ayudan a reponer los que se pierden con la sudoración. Anime a los trabajadores a hacer pausas programadas para comer a fin de satisfacer sus necesidades de hidratación.
Los alimentos contienen de forma natural agua y electrolitos esenciales que ayudan a reponer los que se pierden con la sudoración.
Conclusión
La hidratación es un componente esencial de la seguridad en el lugar de trabajo. Aplicando prácticas de hidratación adecuadas y educando a los trabajadores, las empresas pueden prevenir las enfermedades relacionadas con el calor y fomentar una mano de obra más sana y productiva.
Recuerde: mantenerse hidratado no es sólo una responsabilidad personal, es un compromiso compartido con la seguridad en el lugar de trabajo.
Para más recursos sobre el estrés térmico y la hidratación, visite la Campaña de Prevención de Enfermedades Causadas por el Calor de OSHA.
Aquí puede descargar el póster «Mantener a sus trabajadorees bien hidratados» de OSHA.
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